Este año, así como el anterior, repartimos dulces; y ahora lo sentí más emocionante puesto que yo tuve la idea de adornar la casa conforme a la fecha que se celebra. En la tarde, mi novio llegó para ayudarnos a mi hermana y a mí a dar los dulces, ya cuando iba siendo buena hora, nos personificamos de monstruos, disfruto mucho el poder compartir con mi hermana una celebración así, ya que no paso mucho tiempo con ella y este es buen pretexto para pasar más tiempo y convivir con ella. De igual manera, me agrada poner la tradición de la ofrenda, desde el ir a comprar los elementos correspondientes para la realización de ésta misma; y ya cuando es momento de organizarla y ordenarla.
Éste año estuvo mucho más atractivo, puesto que en la unidad donde vivo sí dejaron entrar a niños de lugares exteriores que no vivieran dentro de la misma. Ya que años anteriores les han restringido el acceso porque los que vienen en esa residencia son muy groseros y no piensan en la diversión de los niños al ir d casa en casa recolectando dulces a grandes cantidades. Y ahora que este año los dejaron ingresan, entraron muchos niños a pedir dulces y muchos padres de familia acompañando a sus hijos, a mi hermana y mi novio les daba pena hablarle a las personas, pero yo lo uso de pretexto (como ya se mencionó anteriormente) para que yo sepa entablar una conversación con niños que yo no conozca.
Así me sirve como experiencia para la formación del lenguaje con personas mayores, padres de familia y con niños.
Lo triste es ver cuando los niños ya dejan de ir porque ya pasó la hora en la que la mayoría de los niños de las comunidades de alrededor se juntan en un mismo sitio para la adquisición de sus dulces. Al final de día, me queda una grata satisfacción porque logro el objetivo al que quiero llegar.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario