“MI EXPERIENCIA EN EL MUSEO INTERACTIVO: MIDE”

Ya cuando la semana había terminado y era día domingo, mi novio llegó temprano a mi casa y yo estaba muy emocionada, puesto que era la primera vez que salía tan lejos y sola con mi novio. El día estaba frío y era perfecto para caminar. Cuando salimos del transporte público, perdimos aproximadamente más de media hora al estar buscando el museo; porque el día que asistí con mis papás salimos por otro acceso del transporte público (“metro” para ser precisos) y solo era caminar a mano izquierda; pero en esta ocasión salimos de un lado opuesto y al tratar de encontrar el museo rodeamos el Palacio de Bellas Artes, yo nunca he entrado pero me dio mucho gusto verlo de fuera, en ese momento había demasiada gente afuera a causa de un concierto pero desconocía de qué artista se trataba. Al pasar frente al Palacio De Bellas Artes me percaté de que habían personas de distintos lugares, muchos jóvenes con diversas características y mi interés creció cuando a mi lado pasaron unos jóvenes con rasgos coreanos (a mi suponer). Cuando encontramos después de un rato, el mueso me encontré a unas amigas en la entrada donde se sitúan las taquillas; mi novio me impulsaba a ir más allá a ver qué más había en el museo.
El recuerdo fastidioso que tenía conforme a que el recorrido había tomado un camino pesado, se esfumó conforme nos fuimos adentrados cada vez más al museo; puesto que leí con mucho más detenimiento, traté de usar la lógica y en muchas ocasiones lo contextualicé con mi vida diaria. En ésta ocasión interactué más con los instrumentos que el museo proporciona para un mejor entendimiento del tema. En más de una ocasión me quedé a escuchar conferencias de personas caracterizadas de los más grandes economistas que hicieron o trataron de hacer un cambio, un caso fue Carlos Marx. El recorrido que en la ocasión anterior se me había hecho tedioso, se convirtió en un recorrido muy interesante; a tal grado que estuvimos adentrados en el museo durante tres horas sin imaginarnos que nos habíamos hecho tanto tiempo el cual no lo parecía en lo absoluto.
Después de tres horas de haber ingresado al museo, mi acompañante y yo fuimos a caminar en busca de qué comer, después de caminar alrededor de 15 minutos llegamos al Zócalo el cual en la explanada se encontraba situada la feria del libro que estaría disponible hasta ese mismo día, se encontraban muchas carpas blancas y había demasiada gente. Me dio mucha emoción estar allí, ya que es mi sueño el vivir en ese tipo de zona, pero aunque el reloj no marcaba que fuera tan tarde decidimos ir a la estación de Garibaldi para ir a comer juntos, pero en realidad a mí me daba mucho nervio ir allá, puesto que esa zona no tiene muy buena reputación si hablamos de seguridad.
Después de comer fuimos de regreso a mi casa, en el transcurso del camino ya nuestro cansancio se notaba fácilmente pero a pesar de eso íbamos con entusiasmo de nuestra salida de ese día, la cual usamos de pretexto para salir juntos.
Ese día fue fantástico, no sólo por el hecho de haber asistido con mi novio; sino que principalmente que ahora entendí con mejor claridad el objetivo del museo, mi interés fue mayor y del que tuve la oportunidad de estar presente en más de una ocasión a diversas conferencias que personal del mismo museo proporcionaban a la gente que está en ésta instalación. Ahora mi perspectiva acerca del museo y de la temática en la que engloba su idea principal éste mismo cambió totalmente mi interés y me ayudó a entender muchas cosas.
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